American Journal of Alzheimer´s Disease & Other Dementias 2013
Resumen: Se estima que en el año 2025, los países de América Latina y el Caribe tendrán 57 millones de personas de 60 años o más en comparación con las estadísticas actuales. Esto es en parte debido a la creciente esperanza de vida para ambos sexos en América Latina, que ha aumentado en los últimos 60 años: de 51,8 a 73,4 años (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, 2008). Por otra parte, se ha encontrado que la Demencia tipo Alzheimer es la causa más común de demencia en América Latina y que a causa de los síntomas de esta patología, un gran número de responsabilidades caen sobre los cuidadores familiares de personas con demencia con el agravante de que estos cuidados no son remunerados (Nitrini et al., 2009) y son realizados por mujeres amas de casa en un 85%. Se ha demostrado que entre los cuidadores de adultos mayores con diferentes tipos de condiciones médicas, las personas que cuidan de una persona con demencia experimentan algunos de los resultados más adversos de salud mental y física (Pinquart y Sörensen, 2003). Los médicos a menudo experimentan restricciones en actividades fuera de los cuidados, que se ha relacionado con el aumento del estrés del cuidador, depresión mayor, síntomas de ansiedad, pobre salud física, incapacidad para superar estados de ansiedad; aspectos psicológicos también se han visto afectados en los cuidadores, entre los más comunes: problemas de memoria y dificultad para concentrarse, menor interés para realizar actividades, aumento o disminución del apetito, alteraciones en el sueño, cambios bruscos en el humor (irritabilidad, euforia, tristeza) y la comunicación, cansancio, fatiga, aislamiento, sentimientos de culpa, ingesta de sedantes o bebidas alcohólicas y desarrollo de enfermedades graves o incapacitantes como problemas de columna y cáncer. La salud mental de los cuidadores de personas con demencia es especialmente importante estudiarla porque la investigación ha demostrado que la salud mental del cuidador mejora cuando se asocia con menos tiempo dedicado a los cuidados, menos problemas de conducta en la persona con demencia y el aumento de la calidad en la atención informal (Markowitz, Gutterman, Sadik, y Papadopoulos, Covinsky et al., 2003).