Las fuerzas
desfallecen, los sentimientos de impotencia abruman y sobre todo el proyecto personal
se encuentra totalmente desdibujado, pues la energía personal se ha orientado a
asumir la responsabilidad de cuidar al ser querido… ¿qué es lo siguiente?
Desde la Fundación
Alzheimer y con su constante interés en innovar tanto para personas afectadas
como para personas cuidadoras, familiares y profesionales, y en general para la
comunidad, tenemos muy claro que siempre son ellas las que nos dan las
respuestas a las preguntas que nos plantemos para mejorar la calidad de vida.
Es por esto que
desde 2016 emprendimos el camino, aceptando la misión de crear una red amorosa,
sanadora y solidaria de personas cuidadoras que necesitaban entender por qué
cuidaban, cómo cuidaban y sobre todo si estaban cumpliendo con el más alto
mandamiento que la vida nos propone: “cuidarnos a nosotros mismos de la mejor
manera desde una perspectiva integral (biopsicosocial)” para poder entonces
cuidar a otras personas.
La ruta que
definimos fue el diseño del taller “Cuando Cuido Me cuido” y desde entonces
hemos realizado varios grupos que nos han permitido impactar a más de 100 personas
cuidadoras. Según los testimonios de las personas participantes, los
principales aprendizajes y transformaciones que se logran en este espacio se pueden
resumir en estas líneas:
- “Cuidar también nos afecta a nosotras las personas cuidadoras”. El autocuidado nos da fortaleza para cuidar a nuestro ser querido.
- Las personas cuidadoras son las anclas de los enfermos, son la fuerza. La parte humana es el sostén de la enfermedad.
- Tener la conciencia de la enfermedad y aprender a vivir con ella conservando el afecto y la dignidad de la persona.
- Buscar nuevas formas de respuestas ante la enfermedad y en la relación con la persona afectada.
La experiencia de
compartir los sentimientos con personas que están pasando por la misma situación,
la posibilidad de retomar el proyecto de vida personal, buscando siempre las actividades
de bienestar y recarga energética, identificar y ampliar la red de apoyo con la
que se cuenta, la oportunidad de escuchar a profesionales expertas en los temas
, poder ver las cosas con otra mirada y resignificar la vivencia de la
enfermedad y su impacto en la dinámica familiar, son los principales logros de
nos ofrece este taller.
Para nosotras cada
vez que tenemos la oportunidad de realizarlo, el aprendizaje es mayor, la trasformación
y empoderamiento que logran de las personas nos indica que este es el camino
para hacer de la enfermedad y del cuidado una oportunidad de desarrollar la resiliencia
y el crecimiento personal y familiar.
Por:
Ángela María
CaicedoToro
Psicóloga Universidad
Javeriana
Coordinadora apoyo a familias y personas cuidadoras Fundación Alzheimer