Este tema es muy importante porque la mayoría de las personas que padecen Alzheimer son conscientes de sus dificultades y, si no llegan a realizar la actividad propuesta, el fracaso no hará más que incrementar su frustración.
¿A qué criterios deben responder las actividades?
- Estar dirigidas a adultos, tanto en el enfoque como en la presentación.
- Ser sencillas y concretas para facilitar su comprensión y ejecución.
- Estar seleccionada cuidadosamente para no enfrentar a la persona a su incapacidad.
- Estar centradas “en lo que si puede hacer la persona”.
Algunos consejos para tener éxito:
- Inicie siempre con una actividad corta de atención para lograr el interés desde el inicio.
- Llámelo siempre por su nombre y buscar el contacto visual.
- Prepare por adelantado el material que vas a necesitar para tenerlo a mano.
- Divida la actividad en pequeñas secuencias, dando la instrucción de manera clara para cada una de ellas.
- Asegúrese de ser lo suficiente explicativo, enseñando bien lo que tiene que hacer.
- Acompáñelo si nota que olvida la instrucción que le ha dado y volver a dársela cuantas veces sea necesario.
- Problemas graves de atención y memoria son frecuentes.
- Disminuya las posibilidades de distracción (evite ruidos, estar solo con él sin interferencias, escoger un lugar tranquilo e iluminado).
- Trate de escoger actividades que sepa le gusten o sean satisfactorias para la persona.
- No trate de imponer la actividad que a usted le parece que responde a un criterio de eficacia.
- Tenga la suficiente flexibilidad para cambiar de plan si observa que se siente incómodo, rechaza la actividad, la evita o se pone inquieto. No juzgar la realización, sino la participación.
- Animar y felicitar siempre a la persona así no haya alcanzado los objetivos propuestos.
- Dejar siempre el tiempo necesario, no hay afán en la realización de la tarea, cada persona tiene su propio ritmo y hay que respetarlo.