Por: Jenny Marcela Henao.
En la enfermedad de Alzheimer, las neuronas se van deteriorando de manera progresiva, como consecuencia de ello se van disminuyendo en el paciente sus capacidades cognitvas, de lenguaje, de interacción social y sus capacidades físicas, un gran número de ellas relacionadas con la movilidad.
Los apoyos
terapéuticos y rehabilitadores son soportes para el desarrollo, el mantenimiento
y la recuperación de todas las funciones en el ámbito somático y psíquico o
para el aprendizaje de funcionamientos alternativos para las disfunciones que
no sean recuperables.
Sabemos que el
Alzheimer no solo afecta la parte cognitiva si no también la parte física, en
algunos casos, son personas que padecen la enfermedad y presentan otros
diagnósticos como por ejemplo artrosis, artritis, sobrepeso, enfermedades respiratorias,
osteomusculares, diabetes etc.
Un estudio de la
UCLA publicado en el American Journal of Geriatric Psychiatry encontró algunos
resultados sobre las propiedades de protección cerebral del ejercicio físico.
Aquellas que realizaban ejercicio de forma regular también tenían los niveles
más bajos de enredos y placas en su cerebro vistas en las técnicas de imagen, lo
que significa que tenían mucho menor riesgo de desarrollar la enfermedad de
Alzheimer.
Se necesita más
investigación para ver si existe alguna forma de ejercicio que sea mejor que
otros para prevenir el Alzheimer .Por ahora, enfóquese en cualquier actividad
física como caminar, actividades que tengan algo de cardio como bicicleta,
elíptica etc.
El objetivo de la
fisioterapia en personas con Alzheimer es especialmente conservar la máxima
autonomía del paciente o en algunos casos, mejorar la funcionalidad.
La
fisioterapia presenta diferentes técnicas las cuales se aplicaran dependiendo del
tipo de patología y características del paciente, todas basadas en la evidencia
científica, siempre realizándose una valoración y un diagnostico
fisioterapéutico previo, logrando así una eficiente rehabilitación o
mantenimiento de funciones motoras.
Los objetivos
específicos que se buscan a través de la actividad física son:
Mejorar y/o
mantener:
- La capacidad de deambular lo más independiente y funcional posible.
- La movilidad articular y el tono muscular, evitando o disminuyendo rigideces y atrofia.
- Una postura lo más óptima posible.
- Disminuir dolores articulares y musculares.
- Evitar caídas.
- El estado anímico y fomentar la socialización.
En la Fundación Alzheimer
se maneja terapia física y actividad física en el adulto mayor, con estas
actividades hemos logrado cambios notables en sus habilidades físicas como el
equilibrio, la coordinación, la fuerza muscular, la estabilidad en la marcha
por medio de Actividades de reforzamiento muscular, esquema corporal, Actividades
de coordinación viso espacial, Reforzamiento muscular, Control y Postural
Acondicionamiento físico .Aspectos de la parte cognitiva aspectos de la atención,
la compresión la percepción, la ejecución de órdenes, etc.
HIDROTERAPIA:
La hidroterapia es
la utilización terapéutica del agua por sus propiedades físicas; podemos
definirla también como la rama de la hidrología que estudia la aplicación externa
del agua sobre el cuerpo humano, siempre que sea con fines terapéuticos y
principalmente como vector mecánico y térmico.
A su vez hay
diferentes técnicas que se pueden utilizar; una de ellas es La movilización
(activa o pasiva, con resistencia o sin ella) y la gimnasia acuática.
Esta es una técnica utilizada por la fisioterapia, en la cual brinda seguridad al paciente por las propiedades físicas del agua, haciéndola una excelente terapia para los pacientes con Alzheimer, logrando una mejora en la circulación, coordinación, fuerza, equilibrio, disminuyendo los riesgos de caídas, se ha notado un estímulo tanto físico como cognitivo en los pacientes, además de estimular reacciones proyectivas como recuerdo de movimientos de natación, taparse la boca y nariz o aguantar la respiración al sumergirse, dar brazada para no hundirse, etc.